lunes, 28 de marzo de 2011

Me prometí ser fuerte.
Nos miramos sin decir ni una palabra, le di la espalda, y avance caminando. Me detuvo.
Me dio un perdón tan creíble y un beso tan perfecto, que no logre guardar una lagrima. En ese momento me dijo: "¿y si lo intentamos otra vez?"
Me prometí ser fuerte.
Nos miramos sin decir ni una palabra, le di la espalda, y avance caminando.
Esta vez nadie me detuvo...